Espere tanto por escuchar un te amo,
Que al hacerlo me invadió el sentimiento opuesto.
Jugué con tus palabras al no saber manejarlo
Y confirmando el refrán se las regale al viento.
Espere tanto por tocar tu espalda,
Que al hacerlo el tacto me quedo ciego
Y aun con la inocencia derramada,
Te bese el alma con unos versos.
Espere tanto por verte llegar a mi vida
que al hacerlo ya tenia el corazon repleto
y converti tu entrada en una salida,
aprendi a no esperar tanto, lo aprendi en el trayecto.
martes, 11 de octubre de 2011
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